El Síndrome de Ojo Seco en la Vida con Párkinson: mi Experiencia

Publicado el 3 de diciembre de 2024, 8:30

Cuando vives con párkinson, aprendes a lidiar con muchas cosas. Cada día es una lección en adaptarse, en buscar maneras de mantener tu calidad de vida frente a desafíos inesperados. Uno de esos desafíos, en mi caso, ha sido el síndrome de ojo seco. Aunque pueda parecer un problema menor frente a los síntomas más conocidos del párkinson, quienes lo sufrimos sabemos que puede afectar profundamente nuestra rutina y bienestar.

El ojo seco es una condición que, en mi experiencia, no se comprende del todo hasta que la vives. En los pacientes de párkinson, este problema es más común de lo que se cree. 

La enfermedad afecta el sistema nervioso autónomo, que regula funciones automáticas del cuerpo, como la producción de lágrimas. Este desajuste, sumado a la reducción en el parpadeo (otro efecto del párkinson), hace que los ojos se resequen y comiencen las molestias.

Para mí, los síntomas han sido constantes y, en ocasiones, incapacitantes. La sensación de tener arena en los ojos, el enrojecimiento, la sensibilidad a la luz… Todos ellos forman parte de mi día a día. Pero lo que más me afecta no es solo el malestar físico, sino las limitaciones que trae consigo. Como mujer, por ejemplo, tuve que abandonar algo tan sencillo como maquillarme. La máscara de pestañas, las sombras, todo parecía empeorar los síntomas, y poco a poco dejé de usarlos.

Llevo años probando tratamientos y buscando soluciones que me ayuden a sobrellevar el ojo seco. Uno de los mejores tratamientos que he encontrado es la terapia de luz pulsada intensa (IPL). Después de años de probar lágrimas artificiales, compresas calientes y otros tratamientos, el IPL ha sido un verdadero punto de inflexión para mí. Aunque no es una cura, he notado una mejora significativa en la calidad de mis lágrimas y, con ello, en mi comodidad diaria.

Además, la rutina de aplicar calor en los párpados y el uso regular de lágrimas artificiales sigue siendo parte de mi estrategia. El calor ayuda a desobstruir las glándulas de Meibomio, responsables de producir la capa lipídica de las lágrimas, y evita que estas se evaporen demasiado rápido. Es un proceso que requiere constancia, pero los resultados merecen el esfuerzo. Las lágrimas artificiales, por su parte, son un alivio inmediato, aunque temporal.

Aprender a manejar el ojo seco ha sido un reto que me ha hecho reflexionar sobre cómo estas pequeñas molestias pueden cambiar nuestro día, afectando a nuestro humor y efectividad. Por ejemplo, ahora valoro más que nunca un día sin molestias en los ojos, o la simple sensación de comodidad al mirar una pantalla sin sufrir.

Sé que no soy la única que vive esta realidad, y por eso quería compartir mi experiencia. Hay opciones, hay tratamientos, y sobre todo, hay esperanza. Aunque cada caso es único, encontrar lo que funciona para ti puede marcar una gran diferencia.

El ojo seco, como muchos otros aspectos del párkinson, nos recuerda que esta enfermedad es un desafío multifacético que afecta tanto el cuerpo como la mente. Pero también es un recordatorio de nuestra fortaleza y capacidad de adaptación. Y aunque me haya privado de cosas como maquillarme, me ha dado la oportunidad de descubrir nuevas maneras de cuidarme y sentirme bien conmigo misma.

Hoy sigo con mi tratamiento, aplicando calor, usando lágrimas artificiales y recurriendo al IPL cuando lo necesito. Es un proceso continuo, pero me ha ayudado a recuperar parte de la calidad de vida que creía perdida.

Si sientes molestias en los ojos, como las que te he descrito, ponte en manos de un profesional que pueda adaptar un tratamiento específico para tu caso particular.

¿lo conocías?

 

 

 

 

 

Las terapias, tratamientos y enfoques mencionados en este blog están basados en las experiencias personales de aquellos que amablemente comparten sus testimonios. Es importante resaltar que en ningún momento se está recomendando ni desaconsejando ninguna de estas opciones. Las experiencias relatadas son individuales y pueden no ser aplicables ni seguras para todas las personas.

El propósito de este blog es compartir historias y vivencias con el fin de ofrecer información y fomentar el intercambio de experiencias entre quienes atraviesan situaciones similares. Sin embargo, siempre recomendamos que antes de considerar cualquier tratamiento o terapia, consultes con un profesional médico o de la salud especializado, quien podrá brindarte orientación personalizada basada en tu situación particular.

Este blog no tiene vínculo con los creadores de las terapias o tratamientos mencionados y no asume responsabilidad alguna sobre los resultados de su implementación. Tu bienestar es lo más importante, y la decisión final sobre tu tratamiento debe ser tomada junto con tu equipo médico de confianza.

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Comentarios

María Rocío
hace 19 días

No conocia el ojo seco. Pero si comparto que sufro mucha molestia con la luz, a veces es como que no veo . Me molesta hasta los días nublados y las pantallas fatal.