La enfermedad de Párkinson no solo se caracteriza por los temblores, la lentitud de movimientos (bradicinesia) o la rigidez, sino también por movimientos involuntarios más complejos como la discinesia y la distonía. Estas dos manifestaciones, junto con los temblores, suelen confundirse, pero cada una tiene causas y tratamientos distintos. En este artículo, te explico en detalle las diferencias entre discinesia, distonía y temblor, los tipos de discinesias, sus tratamientos, y compartiré mi propia experiencia personal enfrentando estas condiciones.
La "dyskinesia", en español, "discinesia", es un término que proviene del griego "dys-" (dificultad, anomalía) y "kinesis" (movimiento), y se usa en medicina para referirse a movimientos musculares anormales, involuntarios e incontrolados. Estos movimientos pueden presentarse como sacudidas, espasmos o movimientos rítmicos anómalos.
La "dystonia", en español, "distonía", "dys-" (dificultad, anomalía) y la segunda, "-tone", que se refiere al tono o tensión. Juntas, estas raíces forman el término que podemos entender como "tono anómalo" o "tensión anómala". En este contexto, la distonía describe un trastorno neurológico que provoca contracciones musculares involuntarias, las cuales dan lugar a movimientos o posturas anormales que no se pueden controlar.
¿Qué es la discinesia?
La discinesia es un movimiento involuntario, anormal e incontrolado que se manifiesta de forma fluida, desordenada e impredecible. En el Párkinson, la discinesia no es un síntoma de la enfermedad, sino una complicación del tratamiento prolongado con levodopa, el medicamento más común para controlar los síntomas motores.
Cuando se toma levodopa, los niveles de dopamina en el cerebro suben y bajan de forma cíclica. Durante el "pico" de esta concentración, los receptores de dopamina pueden estar sobreestimulados, lo que provoca los característicos movimientos involuntarios.
¿Cómo se siente la discinesia?
- Movimientos amplios, irregulares y fluidos.
- Puede afectar la cabeza, el tronco, los brazos, las piernas e incluso los músculos de la cara, como la boca.
- En algunos casos, estos movimientos son leves, pero en otros, pueden afectar la movilidad y la autonomía.
Diferencias entre discinesia, temblor y distonía
- Discinesia:
- Causa: Efecto secundario de la medicación con levodopa.
- Tipo de movimiento: Amplios, desordenados e impredecibles.
- Cuándo ocurre: Durante el pico de dosis de levodopa.
- Áreas afectadas: Cuerpo entero, especialmente cabeza, tronco, brazos, piernas y cara.
- Temblor:
- Causa: Síntoma motor característico del Párkinson, no está relacionado con la medicación.
- Tipo de movimiento: Rítmico, de ida y vuelta, lento (4-6 oscilaciones por segundo).
- Cuándo ocurre: Aparece en reposo y puede mejorar con la acción voluntaria.
- Áreas afectadas: Manos, dedos, labios, mentón y piernas.
- Distonía:
- Causa: Puede ser síntoma del Párkinson o una complicación por la medicación.
- Tipo de movimiento: Contracciones musculares sostenidas que producen posturas anormales.
- Cuándo ocurre: Comúnmente aparece al inicio o final de la dosis de levodopa.
- Áreas afectadas: Cuello (tortícolis), manos (postura de garra) y pies (dedos en garra o pie equino).
Tipos de discinesia
En el Párkinson, las discinesias se clasifican en función del momento en que aparecen:
- Discinesia pico de dosis
- Cuándo ocurre: Cuando la levodopa alcanza su máxima concentración en la sangre y el cerebro.
- Síntomas: Movimientos amplios y fluidos que afectan el cuerpo, los miembros inferiores y, a menudo, la cara.
- Causa: Exceso de estimulación de los receptores dopaminérgicos.
- Discinesia bifásica
- Cuándo ocurre: Ocurre al inicio o al final de la acción de la levodopa.
- Síntomas: Movimientos bruscos y rápidos, que pueden parecer una mezcla de temblores y discinesias.
- Causa: Ocurre cuando los niveles de dopamina están cambiando rápidamente (de bajos a altos o de altos a bajos).
- Discinesia fuera de dosis
- Cuándo ocurre: Se produce de forma inesperada, incluso cuando no hay medicación activa en el cuerpo.
- Síntomas: Movimientos erráticos que se asemejan a los temblores, pero que no son rítmicos.
Impacto de las discinesias en la vida diaria
Las discinesias pueden tener un impacto significativo en la vida cotidiana. Aunque algunas personas experimentan solo movimientos leves, otras se ven obligadas a cambiar sus rutinas.
Consecuencias físicas:
- Dificultad para caminar: Las discinesias en los miembros inferiores pueden afectar la estabilidad y provocar caídas.
- Movimientos faciales involuntarios: Las discinesias en la boca pueden dificultar el habla y la deglución.
- Fatiga: Los movimientos involuntarios continuos generan agotamiento físico.
Consecuencias emocionales y sociales:
- Ansiedad y frustración: Sentir que no se tiene control sobre el cuerpo afecta el estado emocional.
- Autoestima: Los movimientos incontrolados pueden generar vergüenza social, lo que lleva a evitar la vida pública.
Tratamiento de la discinesia
El tratamiento de las discinesias puede implicar varias estrategias:
- Ajustes en la medicación: Reducir la dosis de levodopa o dividirla en dosis más pequeñas y frecuentes.
- Inhibidores de la COMT: Prolongan el efecto de la levodopa, evitando los picos de dopamina.
- Amantadina: Se ha demostrado que esta droga ayuda a reducir la intensidad de las discinesias.
- Estimulación cerebral profunda (DBS): Este tratamiento quirúrgico puede reducir tanto las discinesias como otros síntomas motores.
Mi experiencia personal
Mi experiencia con la enfermedad de Párkinson incluye la discinesia de pico de dosis que afecta principalmente mis miembros inferiores y músculos faciales (especialmente la boca). Esta experiencia ha moldeado mi día a día, pero he encontrado algunas técnicas que me permiten gestionar los síntomas de manera más efectiva.
Cómo manejo las discinesias:
- Movimiento y ejercicio: He descubierto que moverme voluntariamente reduce la discinesia. Por eso, pongo música y bailo, monto en bicicleta o corro. El ejercicio físico no solo me ayuda a controlar los movimientos, sino que también mejora mi bienestar general. Para relajar los músculos faciales realizo ejercicios de logopedia y yoga facial.
- Terapias de estiramiento y fisioterapia: Los ejercicios de estiramiento y las sesiones de fisioterapia han sido clave para aliviar la rigidez muscular.
- Yoga y técnicas de relajación: La práctica del yoga me permite estirar y relajar los músculos, lo que disminuye tanto la rigidez como la ansiedad asociada a los movimientos involuntarios.
- Aplicación de calor: Aplicar calor local en las zonas de mayor rigidez (por ejemplo, el cuello y la mano) me proporciona alivio inmediato.
Manejo de la distonía:
En mi caso, la distonía afecta la mano izquierda, el cuello y dedos de los pies, generando contracciones musculares que resultan dolorosas y limitantes. Para tratarla, uso una combinación de técnicas:
- Terapias de estiramiento: Los estiramientos regulares ayudan a aliviar la postura forzada que provoca la distonía.
- Fisioterapia especializada: Mi fisioterapeuta me ayuda a relajar la musculatura del cuello y las extremidades, permitiendo recuperar parte de la movilidad.
- Calor local: El calor reduce la contractura muscular y disminuye la sensación de rigidez.
Las discinesias, los temblores y la distonía son manifestaciones motoras distintas que pueden coexistir en la enfermedad de Párkinson. Mi experiencia me ha enseñado que, si bien, no se pueden evitar por completo, existen formas de convivir con ellas. Moverse, estirarse y buscar el apoyo de profesionales que estudien el tratamiento específico para nuestro caso particular, puede marcar una gran diferencia.
Bibliografía
- Obeso, J. A., et al. (2000). Levodopa-induced dyskinesias in Parkinson’s disease.
- Goetz, C. G., & Pappert, E. J. (1999). Impact of dyskinesias on quality of life in Parkinson's disease.
- Lang, A. E., & Lozano, A. M. (1998). Parkinson's disease.
¿Conocías la diferencia?
Las terapias, tratamientos y enfoques mencionados en este blog están basados en las experiencias personales de aquellos que amablemente comparten sus testimonios. Es importante resaltar que en ningún momento se está recomendando ni desaconsejando ninguna de estas opciones. Las experiencias relatadas son individuales y pueden no ser aplicables ni seguras para todas las personas.
El propósito de este blog es compartir historias y vivencias con el fin de ofrecer información y fomentar el intercambio de experiencias entre quienes atraviesan situaciones similares. Sin embargo, siempre recomendamos que antes de considerar cualquier tratamiento o terapia, consultes con un profesional médico o de la salud especializado, quien podrá brindarte orientación personalizada basada en tu situación particular.
Este blog no tiene vínculo con los creadores de las terapias o tratamientos mencionados y no asume responsabilidad alguna sobre los resultados de su implementación. Tu bienestar es lo más importante, y la decisión final sobre tu tratamiento debe ser tomada junto con tu equipo médico de confianza.
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