Mascotas: Ventajas y Desventajas

Publicado el 17 de enero de 2025, 20:30

Tener una mascota puede tener un impacto significativo en la vida de las personas con Párkinson. La relación con los animales, especialmente perros y gatos, puede ofrecer una serie de beneficios emocionales, físicos y sociales. Sin embargo, también existen ciertas dificultades y desafíos asociados que deben ser considerados antes de tomar la decisión de adoptar un animal.

Ventajas:

Las mascotas son una fuente constante de compañía, lo que puede ser muy valioso para las personas que se sienten solas o aisladas debido a su enfermedad. La presencia de un animal puede ofrecer consuelo y compañía, ayudando a reducir los sentimientos de depresión o ansiedad. Además, el afecto incondicional de una mascota fomenta la liberación de oxitocina, la llamada "hormona de la felicidad", que mejora el estado de ánimo y reduce el estrés.

Una mascota, especialmente un perro, puede motivar a su dueño a realizar actividad física, como paseos o juegos. Para las personas con Párkinson, esto es importante porque la actividad física ayuda a mantener la movilidad, reducir la rigidez muscular y mejorar el equilibrio. Incluso tareas simples como jugar a lanzar una pelota o simplemente caminar con el perro pueden proporcionar beneficios para la salud física y el bienestar general.

El cuidado de una mascota también puede tener efectos positivos en la función cognitiva. Las personas con Párkinson a veces experimentan dificultades para concentrarse o recordar cosas, y la interacción con un animal puede ayudar a mantener la mente activa. Alimentar, bañar y cuidar a la mascota no solo establece una rutina diaria, sino que también estimula la mente, ya que las tareas requieren atención y concentración.

Las interacciones con una mascota, como acariciarla o abrazarla, pueden ayudar a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. En muchas personas con Párkinson, la ansiedad es un síntoma común, las mascotas proporcionan una forma de aliviar esa ansiedad, proporcionando una sensación de calma y bienestar.

El cuidado de una mascota impone una estructura diaria, lo que puede ser beneficioso al tener que mantener una rutina constante. Alimentar y cuidar a la mascota a las mismas horas cada día puede ayudar a sentirnos más organizados y centrados. Esta rutina también otorga un sentido de responsabilidad y propósito, lo que puede ser especialmente importante para quienes enfrentan la incertidumbre y los cambios que conlleva la enfermedad.

Las mascotas pueden ayudar a las personas con Párkinson a socializar más fácilmente. Sacar al perro a pasear o simplemente estar en presencia de otros animales en el parque o en la comunidad puede abrir oportunidades para la interacción social. La conexión con otros dueños de mascotas también puede fomentar conversaciones y reducir la sensación de aislamiento, lo que resulta en una mayor integración social.

Desventajas:

En ocasiones, puede resultar desafiante realizar tareas físicas relacionadas con el cuidado de una mascota, como sacar al perro a pasear o mantener su entorno limpio. Los síntomas de la enfermedad, como la rigidez, el temblor y la falta de coordinación, pueden dificultar las actividades cotidianas relacionadas con el animal. Por ejemplo, si el perro es muy enérgico, esto puede causar problemas para mantener el control durante los paseos, lo que podría aumentar el riesgo de caídas o accidentes.

Si la persona con Párkinson no puede manejar todas las responsabilidades asociadas con una mascota, como el paseo o la alimentación, es probable que necesite ayuda externa. Esto puede generar una carga adicional para los familiares o cuidadores, quienes podrían tener que involucrarse más en las tareas cotidianas relacionadas con el animal. Esta dependencia podría crear tensiones o sentimientos de culpabilidad en algunos casos.

Dado que el equilibrio es un desafío en esta enfermedad, la interacción con una mascota, en especial un perro activo o juguetón, puede incrementar el riesgo de caídas. Los movimientos bruscos o la tendencia del perro a tirar de la correa pueden ser peligrosos, especialmente si la persona tiene dificultades para mantener su estabilidad.

Tener una mascota implica gastos continuos, como alimentación, atención veterinaria y productos de higiene. Esto puede suponer una preocupación añadida. Además, si la mascota requiere cuidados especiales, como medicamentos o tratamientos, estos gastos pueden ir aumentando con el tiempo.

Las mascotas requieren un compromiso a largo plazo, especialmente los perros, que pueden vivir varios años. La progresión de la enfermedad puede afectar la capacidad de cuidar a la mascota. Este compromiso prolongado podría convertirse en un desafío adicional a medida que la persona pierde movilidad, y algunos pueden necesitar transferir la responsabilidad a otra persona.

Aunque muchas personas encuentran consuelo en la relación con su mascota, otros pueden sentirse abrumados por la responsabilidad que conlleva su cuidado. En las personas que ya enfrentan limitaciones físicas y emocionales, las demandas de cuidar de una mascota pueden resultar una carga adicional. Este estrés puede afectar el bienestar general y aumentar los síntomas de la enfermedad, como la ansiedad o la depresión.

Recomendaciones:

Antes de adoptar una mascota, es importante evaluar si es posible satisfacer sus necesidades físicas, emocionales y económicas. Elegir una mascota que se adapte a las capacidades y el estilo de vida de la persona es fundamental. Por ejemplo, un perro de tamaño pequeño o un gato puede ser más adecuado si la movilidad es limitada o si hay dificultades con el equilibrio. También es recomendable contar con el apoyo de un cuidador o familiar que pueda asistir en las tareas más exigentes. Considerar las implicaciones económicas y emocionales a largo plazo es clave para tomar una decisión.

En conclusión, tener una mascota puede ser una fuente de compañía, apoyo emocional y estímulo físico, pero también puede implicar desafíos relacionados con el cuidado, el riesgo de caídas y gastos elevados. Evaluar cuidadosamente estas ventajas y desventajas ayudará a tomar la mejor decisión, siempre teniendo en cuenta las necesidades y limitaciones de la persona afectada.

Estudio sobre los beneficios emocionales y físicos de las mascotas
Un estudio realizado en 2017 por la Universidad de Missouri (EE. UU.) analizó cómo la interacción con animales mejora el bienestar de los pacientes con enfermedades crónicas, incluido el Párkinson. Los investigadores encontraron que la relación con las mascotas puede aliviar los síntomas de depresión y ansiedad, reduciendo el estrés percibido entre los pacientes. En este estudio, se observó que los participantes que tenían una mascota mostraban menores niveles de cortisol, la hormona relacionada con el estrés, y presentaban una mayor sensación de bienestar emocional. Esta mejora en el bienestar emocional también podría influir positivamente en los síntomas físicos, como el dolor y la fatiga.
Referencia: The Relationship Between Pet Ownership and Mental Health in Adults with Chronic Health Conditions(2017), Journal of Psychosocial Nursing and Mental Health Services.

Estudio de la Universidad de Arizona sobre la mejora de la actividad física
Un estudio de la Universidad de Arizona examinó el impacto de las mascotas en la actividad física de personas mayores con Párkinson. El estudio demostró que las personas que interactuaban regularmente con perros tendían a ser más activas físicamente, participando en paseos o juegos, lo cual contribuyó a una mejora en su movilidad y redujo los efectos de la rigidez muscular. Este estudio sugirió que tener un perro no solo mejora la salud emocional, sino también la salud física, al incentivar a los pacientes a moverse y a ser más activos, lo que es crucial para el manejo del Párkinson.
Referencia: The Role of Pets in the Well-being of People with Parkinson’s Disease (2014), Journal of Aging and Physical Activity.

Estudio de la Universidad de Liverpool sobre los efectos en la calidad de vida
En un estudio de la Universidad de Liverpool publicado en 2016, los investigadores analizaron cómo las mascotas influyen en la calidad de vida de las personas con Párkinson. Descubrieron que los pacientes que convivían con animales experimentaban una mayor satisfacción con la vida en general. Las mascotas proporcionaban una sensación de compañía que ayudaba a reducir la soledad y promovía una mayor participación en actividades sociales. Además, los participantes indicaron que cuidar a sus animales les otorgaba un sentido de responsabilidad y propósito, lo cual es clave para mantener una actitud positiva frente a la enfermedad.
Referencia: The Impact of Animal-Assisted Therapy on Quality of Life in People with Parkinson’s Disease (2016), Clinical Rehabilitation.

Estos estudios evidencian los beneficios tangibles de tener una mascota para las personas con Párkinson. Si bien los animales no sustituyen el tratamiento médico ni las terapias específicas para la enfermedad, su presencia puede mejorar la salud emocional, aumentar la actividad física y promover una mejor calidad de vida. Sin embargo, es importante que cada persona evalúe si tiene las condiciones adecuadas para cuidar de una mascota de forma segura, considerando tanto las ventajas como los posibles desafíos asociados con su cuidado.

Sin olvidarnos nunca de su amor incondicional y de todo el cariño y atención que merecen. 

¡Yo no se qué haría sin ellos!

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Comentarios

Arita
hace 3 meses

A favor siempre!!! Son mejores que muchas personas. Muy buen post!

Eduvigis
hace 3 meses

A mi me superan más las desventajas. He tenido mascotas y me gustan en otras casas, en mi casa no quiero.

Almudena
hace 3 meses

Acabo de hacerme con un perro y estoy feliz.

sonia
hace 3 meses

yo tengo una gata y la verdad que cuando duerme conmigo(cuando ella quiere)siempre duerme entre mis piernas y apoyada sobre la pierna derecha que es la parte que tengo afectada por el parkinson. A veces paseo al perro de mis padres. No sé qué haría sin mis gordis. Buen postre. Me encanta toda la información que das gracias.