La enfermedad de Párkinson no solo afecta el control del movimiento, sino que también puede traer consigo diversas formas de dolor que impactan la calidad de vida. A menudo, el dolor en el Párkinson es subestimado o mal diagnosticado, lo que dificulta su tratamiento adecuado. En este artículo, exploraremos los principales tipos de dolor que experimentan las personas con Párkinson, sus causas y algunas estrategias para su manejo, basándonos en estudios recientes y referencias científicas.
1. Dolor Neuropático: Sensación de Alfileres y Agujas
Cómo se siente: Sensaciones agudas, eléctricas o de hormigueo, que a menudo se irradian por las piernas, como ocurre en la ciática.
Qué lo causa: Se debe a la compresión o daño en los nervios periféricos, lo que genera una respuesta anormal del sistema nervioso.
Relación con el Párkinson: Estudios como el de Rajabally et al. (2016) han encontrado que las personas con Párkinson tienen una mayor incidencia de neuropatía periférica, la cual puede manifestarse con entumecimiento o ardor en los dedos de los pies o las manos.

Consejos para aliviarlo:
- Mantener una adecuada postura para evitar la compresión nerviosa.
- Fisioterapia para mejorar la movilidad y reducir la presión sobre los nervios.
- Medicación específica como antiepilépticos o antidepresivos en dosis bajas, indicados por un médico.

2. Dolor Central: "Dolor en Todo el Cuerpo"
Cómo se siente: Sensación de ardor, dolor sordo o malestar inexplicable que puede afectar todo el cuerpo.
Qué lo causa: Se debe a un mal funcionamiento en la forma en que el cerebro procesa las señales de dolor, lo que hace que la persona lo sienta sin una causa clara.
Relación con el Párkinson: Según un estudio publicado en Párkinsonism & Related Disorders (2015), el dolor central es común en pacientes con Párkinson y se asocia con una alteración en los circuitos de percepción del dolor en el cerebro.
Consejos para aliviarlo:
- Terapias complementarias como mindfulness, yoga o acupuntura.
- Ejercicio moderado para mejorar la circulación y la liberación de endorfinas.
- Evaluación médica para determinar si los medicamentos dopaminérgicos pueden ayudar a regular la percepción del dolor.
3. Dolor Distónico: Espasmos Musculares
Cómo se siente: Calambres dolorosos repentinos o torsión de los músculos, afectando especialmente el pie, los dedos, las manos o el cuello.
Qué lo causa: Es provocado por la distonía, una contracción muscular anormal y prolongada.
Relación con el Párkinson: Un estudio de Jankovic & Tintner (2001) indica que la distonía es un síntoma motor frecuente en la enfermedad de Párkinson, especialmente en las primeras horas de la mañana o cuando la medicación para el Párkinson pierde su efecto.
Consejos para aliviarlo:
- Ajustar la medicación con el neurólogo para evitar fluctuaciones en los niveles de dopamina.
- Masajes y estiramientos para relajar los músculos afectados.
- Inyecciones de toxina botulínica en casos más severos.


4. Dolor Musculoesquelético: Músculos Rígidos y Articulaciones Doloridas
Cómo se siente: Sensación de dolor, rigidez o tensión en los músculos, especialmente en el cuello, la espalda, los hombros o las caderas.
Qué lo causa: La rigidez muscular y la reducción del movimiento provocan molestias, las cuales pueden empeorar si hay artritis u otras afecciones articulares.
Relación con el Párkinson: Según el estudio de Negre-Pages et al. (2008), el dolor musculoesquelético es el tipo más común de dolor en pacientes con Párkinson, afectando hasta el 70% de los diagnosticados.
Consejos para aliviarlo:
- Realizar ejercicios de movilidad y fortalecimiento muscular.
- Aplicar calor o frío para aliviar la rigidez y la inflamación.
- Mantener una postura correcta para reducir la tensión en las articulaciones.
El dolor en la enfermedad de Párkinson es una realidad que afecta a muchos pacientes y puede manifestarse de distintas maneras. Identificar el tipo de dolor es clave para encontrar el tratamiento adecuado y mejorar la calidad de vida. Si experimentas dolor persistente, es importante hablar con tu médico para explorar opciones de manejo y tratamiento. Recuerda que pequeños cambios en la rutina, como el ejercicio y la fisioterapia, pueden hacer una gran diferencia en el control del dolor.
Referencias:
- Jankovic, J., & Tintner, R. (2001). Dystonia and Párkinson’s disease. Advances in Neurology.
- Negre-Pages, L., Regragui, W., Bouhassira, D., & Rascol, O. (2008). Chronic pain in Párkinson’s disease. Pain.
- Rajabally, Y. A., Martey, J., & Beri, S. (2016). Neuropathy in Párkinson disease: prevalence and determinants. Neurology.
- Troncoso, M. R., Urra, X., & Munne, P. (2015). Central pain mechanisms in Párkinson’s disease. Párkinsonism & Related Disorders.
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